Todo comenzó en una reunión cualquiera… hasta que nuestras miradas se cruzaron. En ese instante, algo dentro de nosotros supo que ahí empezaba una gran historia. Desde ese día, hemos caminado juntos con la certeza de haber encontrado al compañero ideal para esta aventura llamada vida.

 

Nos encanta viajar, explorar el mundo y descubrir su magia. Por eso elegimos un destino que representa todo lo que amamos: naturaleza, misterio y belleza. Cuatrociénegas, Coahuila, es un oasis en medio del desierto, un lugar donde el agua brota entre paisajes dorados y silenciosos. Allí viven los estromatolitos, vestigios del origen de la vida en la Tierra. Y así como ellos, nuestro amor se ha formado poco a poco, con tiempo, paciencia y una profunda conexión.

 

Casarnos aquí es rendir homenaje a todo lo que somos: curiosos, apasionados y soñadores. Queremos que nos acompañen a celebrar no solo una boda, sino el inicio de una nueva aventura juntos, en un escenario que parece salido de otro mundo.

 

Gracias por ser parte de nuestro viaje.

Con todo nuestro amor,

Natalia y Enrique